miércoles, 27 de junio de 2007

Raíces maipucinas: El clan Llona, 200 años de historia ligados a la comuna

-Seguramente, muchos peatones y automovilistas han transitado por calles que llevan este apellido en sus señaléticas. Lo cierto es que su importancia va más allá de tener nombres plasmados en placas metálicas que identifican el lugar en el que viven ciertos vecinos. Son parte del pasado y del presente de esta tierra. A continuación, un poco de historia maipucina.
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La llegada del 2000 no fue una fecha cualquiera para los Llona. Aprovechando el arribo del nuevo milenio, aquel año se reunió gran parte de los descendientes que van quedando de esta insigne familia maipucina. El lugar fue la iglesia de San Ignacio. Desde luego, fue difícil que estuvieran todos, ya que muchos de ellos habían dejado de tener vínculos con la comuna. Sin embargo, ahí estuvieron para recordar y hacer un poco de historia. Pero, el verdadero motivo de esa junta fue el hecho de que se cumplían los 200 años desde el nacimiento del primer Llona que pisó tierra chilena, quien en 1822 llegó a Sudamérica, primero a Perú y luego a nuestro país.
Se trató de Agustín Llona Belauztegui, proveniente del País Vasco (España) y que arribó a Lima a la edad de 22 años con el propósito de trabajar en materias de comercio -previa recomendación- junto a la familia Alvizú Reynals. Así, luego de dos años de labores en Perú, la empresa de trasladó a Chile para seguir con sus funciones, ahora administrando la hacienda El Bajo, cuyo dueño era Diego Antonio Barros.
Ya arraigados en territorio nacional, la relación laboral entre Agustín Llona Belauztegui y la familia Albizú Reynals fue más allá, ya que años después el vasco se casó con Josefina Albizú R, una de las hijas de sus empleadores. De esta manera, cuando murió Diego Barros (dueño hacienda El Bajo) la nueva pareja se adjudicó, en un remate, los terrenos de Casas Viejas y Pudahuel, pertenecientes al fallecido latifundista. Todo esto entre los años 1840 y 1845.

Posteriormente, Agustín Llona Belauztegui adquirió nuevos campos, tales como el Fundo Maipú (casco histórico de la comuna), Fundo Encañado, Fundo La Rinconada, Fundo Loma Blanca y el Fundo El Rosal. Todos estos terrenos pasaron a conformar lo que hoy en día es gran parte de Maipú, Cerrillos y Pudahuel.
LOS HIJOS
El matrimonio entre Agustín Llona Belauztegui y Josefina Alvizú tuvo once hijos. Fueron ellos quienes con posterioridad heredaron las tierras. Por ejemplo, Agustín Llona Albizú se quedó con el Fundo Maipú. Pero, su rol en la historia comunal no se limitó solamente a administrar las hectáreas obsequiadas, ya que en 1891 se convirtió en el primer alcalde de esta localidad.
Otro de los hijos, Emiliano Llona Albizú, se benefició con la obtención del Fundo La Rinconada. Además, se casó con Luisa Santa María, una de las hijas del entonces presidente de Chile, Domingo Santa María. De hecho, la historia cuenta que en una de las visitas que realizó el primer mandatario a Maipú, fue cuando supo que la Capilla Victoria estaba a medio construir y ayudó para que fuera terminada.
Por su parte, lo más probable es que Carolina Llona Albizú nunca haya sospechado que su imagen e identidad -100 años después de su existencia- iba a ser una de las más habituales en el siglo venidero. Y no precisamente porque la comunidad sepa con lujo de detalle los pormenores de su vida, si no que, simplemente, por el hecho de que uno de los colegios más grandes de Maipú lleva su nombre.
Lo cierto es que la razón para que este establecimiento educacional se llame así se debe a que el hijo de Carolina, Carlos Cuevas Llona, fue benefactor para transformar -en 1955- la antigua escuela básica parroquial de Maipú en un centro de ayuda para los niños pobres de la comuna. Así, el otrora pequeño y humilde centro educativo ahora es uno de los más grandes de Sudamérica, con cerca de ocho mil alumnos. Todo gracias a la iniciativa que tuvo Carlos Cuevas Llona al homenajear a su madre, Carolina Llona Albizú.
Otro personaje importante de la familia y, desde luego, de la historia de comunal, es Inés Riesco Llona, quien llegó a ser la primera mujer alcaldesa (regidora) de Maipú. Actualmente, frente a la gran casona ubicada en el paradero 14 de Pajaritos se ubica un hogar de beneficencia que lleva su nombre. Además, aquella casa vecina fue también el lugar de veraneo de la familia de Germán Riesco Errázuriz, presidente de la república entre los años 1901 y 1906. Inés Riesco Llona fue hija de Laura Llona Albizú y Rafael Riesco Errázuriz.
LA FIGURA DE GONZALO PÉREZ LLONA
Sin embargo, una de las ramas del árbol genealógico de la familia Llona que tuvo más notoriedad -en cuanto a obras sociales- fue la que surgió gracias al vínculo entre Alberto Llona Albizú y Sara Reyes Solar (hija de Vicente Reyes Palazuelo), quienes tuvieron seis hijos; dos varones y cuatro mujeres. Entre los hombres destacó Alberto Llona Reyes, quien llegó a ser parlamentario y socio fundador del Club de Rodeo de Chile. De hecho, la calle que va desde Camino Melipilla hasta la Plaza Mayor lleva su nombre a modo de homenaje.
Entre las hijas, una de ellas fue Cristina Llona Reyes, quien a su vez, contrajo matrimonio con Eduardo Pérez Ossa. De sus ocho hijos hay uno que fue clave en la historia maipucina de mediados del siglo XX. Se trató de Gonzalo Pérez Llona, quien fue alcalde por más de 30 años (desde 1953). Entre sus obras más destacadas al mando del gobierno comunal, están la construcción del actual Estadio Bueras y, la más importante, la Plaza Mayor.
No obstante, el accionar social de Gonzalo Pérez Llona no sólo fue en cuanto a proyectos o “inauguraciones”. También debió afrontar las consecuencias del terremoto de 1985, que destruyó parte importante del Maipú antiguo, como monumentos, capillas y viejos edificios municipales.
De esta manera, los últimos 50 años de la historia local estuvieron marcados por la influencia en la comuna de Gonzalo Pérez Llona, quien junto a José Luis Infante (en época de dictadura militar) estuvieron al mando de Maipú. Sin embargo, el recuerdo que la mayoría de la gente conserva de él es positivo, sobre todo por la cercanía que tuvo con gran parte la ciudadanía.
LOS QUE VAN QUEDANDO
En la actualidad, las familias Riesco Bernales y Joanon Riesco (descendientes de Laura Llona Albizú) aún conservan los terrenos del Fundo Loma Blanca. Asimismo, los sucesores de Carolina Llona Albizú mantuvieron sus tierras hasta la década de los 80 en el Fundo Lo Espejo, en lo que hoy es Camino Rinconada.
Ubicada en Avenida Pajaritos (casi al llegar a Camino Melipilla) está la antigua casona que perteneció a la rama familiar de los Salas Llona y los Llona Pérez. Hoy en día, en aquel lugar funciona el Colegio Internacional Alba.
En tanto, los Llona que tienen relación directa con el primero que llegó a Chile, Agustín Llona Belauztegui, y que todavía siguen viviendo en Maipú, son tres. Uno de ellos es Eduardo Pérez Llona (hermano de Gonzalo), quien fue uno de los primeros concesionarios en traer bombas de bencina a esta comuna. También están Juan y Sara Rodríguez Llona, quienes son –por un lado- bisnietos del primer Llona que llegó a Chile en 1824 y, por otra parte, descendientes de Manuel Rodríguez.